Desde hace 30 años, el Padre Aldo César Giolitto nos acompaña como sacerdote en la Capilla Advocación Jesús de la Divina Misericordia y Santa Teresa del niño Jesús.

Que se encuentra dentro del predio del Parque, en la localidad de Malagueño, Córdoba. En una entrevista, el Padre Aldo nos cuenta acerca de cómo llegó al sacerdocio, su mirada del Papa Francisco y porqué es importante acercarse a Dios tras la muerte de un ser querido.

¿Qué lo llevo al sacerdocio?

Siempre he tenido en mi seno familiar a personas muy cristianas que me hicieron valorar la vida como lo máximo que Dios nos regala, lo pensé, y es así como a lo largo de los años descubrí intensamente el llamado de Él. A mis 26 años pude entrar a la formación sacerdotal. ¿Cuáles han sido los retos más simbólicos que ha enfrentado como sacerdote? El ser párroco a los 3 años de haberme ordenado, la capellanía en Parque como en las demás capillas religiosas que, durante muchos años, serví en la tarea pastoral. También el encuentro con otros sacerdotes, los diálogos con ellos y el diálogo con la feligresía que, a veces, no sabes dónde apunta. ¿Ha tenido dudas de fe alguna vez? Nunca dude de mi fe. Ella se concreta a través de mi esperanza y amor a Cristo Resucitado.

Espero que así sea y que todos, en estos tiempos, podamos concretar y vivir lo que Él nos transmite.

¿Cómo se imagina a Dios?

El SER más grande e importante de todos los tiempos. El principio y el fin, aquel que nos ama con misericordia y espera siempre de nosotros.

¿Existe la vida eterna?

Dios es vida y transmite la misma a todo ser humano, el que no quiera recibirla muere y el que la acepta con fe vive para siempre… Nuestro espíritu siempre gozara la presencia de Nuestro Creador.

¿Le da miedo la muerte?

La muerte llega pero solo es la carencia de vida terrenal para algunos. El hombre de fe sabe que fallece dejando su cuerpo aquí en la tierra y elevando su espíritu a Dios para resucitar como Cristo al final de los tiempos. Porque Él es la Resurrección, la Verdad y la VIDA.

¿Por qué cuesta tanto aceptar que la muerte es parte de la vida?

Porque el hombre no comprende que si ha venido a este mundo en algún momento debe dejarlo. Se aferra tanto a las cosas materiales que también le da pena dejarla, sabiendo que no se llevará absolutamente nada… Dios es atemporal y nos llama en nuestro tiempo y, a veces, tampoco aceptamos el momento del llamado ni comprendemos, por nuestro egoísmo, cuando ellos esperan allá. Pero Él esta. Con su infinito amor siempre nos espera junto a otros seres queridos.

Ud. Ha sido el cura de la Iglesia en el Parque por mucho tiempo… ¿Cuál considera que ha sido – o es – su tarea más difícil?

Lamento mucho que algunos seres ya no estén con nosotros aquí, aún sabiendo que Dios lo tiene en su gloria… recuerdo a Don Villafañe del Viso quien siempre iba a Parque a participar de las celebraciones dominicales… como Martha Ferreyra que sigue asistiendo, se preocupa por quienes somos parte de la Iglesia y, también, de quienes fueron parte de la empresa… Si bien hoy Parque del Sol está a cargo de las nuevas generaciones, hay cuestiones que el Capellán vive y que deben considerarse.

¿Por qué es importante acercarse a Dios frente a la muerte de algún ser querido?

Porque Él es el único que puede consolarnos y acompañarnos, Él es Todo en todos y nosotros somos sus hijos y si somos rebeldes en algún momento de nuestra vida, con infinita paciencia y misericordia, nos lo hará saber.